El tabaquismo es la adicción al consumo de tabaco y sus consecuencias van asociadas a gran cantidad de enfermedades como el cáncer, enfermedades cardiovasculares y enfermedades respiratorias. Se calcula que cada año más de 8 millones de personas fallecen a causa del consumo de tabaco. Aunque las enfermedades relacionadas con el corazón siguen siendo la primera causa de muerte en el mundo, ésta está disminuyendo. Por el contrario, las causas de muerte relacionadas con enfermedades pulmonares están aumentando, y esto es en gran parte causa de los efectos del tabaquismo.
¿Cómo dejar de fumar?
Dejar de fumar no es fácil en muchos casos, sobre todo en personas que llevan mucho tiempo fumando y consumen un gran número de cigarrillos o productos derivados al día y requieren tratamiento para eliminar su consumo. Existen diferentes técnicas para dejar de fumar como pueden ser el uso de filtros para reducir el consumo de nicotina, algunos productos que cambian el sabor del tabaco, así como algunas dietas, aunque no existen datos científicos que avalen estos métodos. Cigarrillos electrónicos, parches de nicotina, pastillas para chupar con nicotina, hipnosis, acupuntura, terapia magnética, terapia por láser, hierbas y suplementos naturales, ejercicios de relajación mental… son otras técnicas que pueden ayudar a dejar de fumar. La gran cantidad de métodos utilizados nos indican la dificultad de la gente en dejar de fumar, pero creemos que la manera principal de dejar de fumar es por iniciativa propia, por voluntad propia, por amor a la vida, por querer vivir muchos años más, por disfrutar de muchos momentos con aquellas personas que nos rodean y nos hacen felices, por esos pequeños grandes momentos que se pueden acabar de la noche a la mañana, porque sí, el tabaco mata.
Sustancias nocivas del tabaco.
Las sustancias nocivas que contiene el tabaco son escalofriantes: nicotina (sustancia química adictiva que hace que el cerebro de las personas necesite consumir dicha sustancia), plomo, arsénico, amoniaco, uranio, monóxido de carbono, hidrocarburos… entre muchas otras sustancias más que incluso se desconocen. ¿Todavía tienes ganas de seguir fumando sabiendo que todas estas sustancias van a parar a tus pulmones?
¿Cómo funciona el sistema respiratorio?
A rasgos generales, el sistema cardiológico y el sistema respiratorio están conectados. El sistema cardiovascular es el encargado de transportar nutrientes a través de la sangre y de los pulmones. La sangre transporta de los pulmones a los tejidos de nuestro organismo el oxígeno utilizado para después transportar el dióxido de carbono de los tejidos a los pulmones, desde dónde es expulsado del cuerpo.
Cuando respiramos el oxígeno entra en nuestro organismo para pasar por nuestra laringe, nuestra tráquea, arterias pulmonares, bronquios, venas pulmonares, alvéolos y bronquiolos. Lo que significa que ese es el recorrido que hacen también todas las sustancias nocivas que hemos citado anteriormente del tabaco: nicotina, plomo, arsénico, amoniaco, uranio, monóxido de carbono, hidrocarburos…
La circulación del corazón y de los pulmones y la del resto del cuerpo forman un único sistema de circuito cerrado que transporta la sangre desde el corazón, y un sistema venoso que transporta la sangre de vuelta al corazón. Es decir que todas las sustancias nocivas del tabaco pasan a todo nuestro organismo a través de la sangre. Es por este motivo que el tabaquismo no puede derivar únicamente en un cáncer de pulmón, si no que el cáncer puede aparecer en cualquier órgano de nuestro cuerpo con un desenlace fatal.