¿Por qué siento que mis músculos están débiles?
La pérdida de fuerza muscular o la disminución del control de los músculos voluntarios se describirse como debilidad muscular. Este es el término más aceptado y esta sensación también se describe como torpeza o pérdida de destreza. Esta patología es frecuente en consultas de urgencias y neurológicas, en muchas ocasiones después de sufrir cefaleas, alteraciones de la conciencia y convulsiones.
La pérdida de fuerza muscular se produce cuando el esfuerzo completo no crea una contracción o un desarrollo muscular normal. La realidad es que la pérdida de fuerza muscular transitoria le ocurre a casi todo el mundo en algún momento de sus vidas. En la mayoría de los casos el descanso será el principal tratamiento y es que un ejercicio extremo, por ejemplo, va a agotar tus músculos hasta tal punto que no van a poder recuperarse ni siquiera descansando.
¿Cómo saber si estoy perdiendo fuerza muscular?
La manera real y totalmente efectiva de saber si estamos perdiendo fuerza muscular son algunos exámenes que tienen como objetivo comprobar si esta pérdida de fuerza es real o no. Estas pruebas nos harán distinguir la debilidad subjetiva, en la que no hay evidencias de pérdida de fuerza; de la objetiva, puesta de manifiesto en la exploración física. Así mismo, debemos distinguir la pérdida de fuerza muscular de la astenia, que es la sensación subjetiva de falta de energía y de la ataxia, que es la incapacidad para realizar movimientos voluntarios de origen cerebeloso. En este caso el problema residirá en la partes que constituyen la motricidad voluntaria, es decir, desde el momento que nace el estímulo motor hasta que se produce la contracción muscular. Una de las pruebas que se utilizan para determinar si existe pérdida de fuerza muscular o no es el electromiograma. La electromiografía verifica la salud de los músculos y los nervios que controlan los músculos.
Pérdida de Fuerza Muscular: causas y tratamiento
Algunas causas de la pérdida de la fuerza y del desgaste muscular no son afecciones médicas en sí mismas. La pérdida de fuerza muscular se puede deber a inactividad durante periodos prolongados, y es que el sedentarismo y demasiado reposo pueden provocar una pérdida de fuerza y por lo tanto una disminución de la masa muscular. Las personas que guardan reposo en cama por algún tipo de lesión por ejemplo pueden perder masa muscular en tan solo 10 días. Debido al desgaste muscular, puede producirse una disminución del 40% de la fuerza muscular en poco tiempo.
La malnutrición y la desnutrición es otra de las causa de la pérdida de fuerza muscular. Esta mala alimentación se traduce como un ingesta nutricional significativamente insuficiente, y esto puede causar pérdida de fuerza muscular, lo que lleva a la disminución de masa muscular.
Por otra parte, el envejecimiento es una de las principales causes de pérdida muscular, la cual se produce gradualmente debido a lo que se conoce como sarcopenia, que no es otra cosa que la pérdida de masa muscular debida al envejecimiento. Algunos estudios han demostrado que existen cambios significativos en la masa muscular de las piernas después de los 50 años, con una pérdida muscular de entre el 1 y el 2% anual. También se descubrió que entre los 20 y los 80 años de edad, una persona promedio pierde entre el 35 y el 40% de la masa muscular en los miembros inferiores.
El tratamiento a tiempo para el desgaste muscular y la pérdida de fuerza es vital para el bienestar general de una persona. El ejercicio es el principal tratamiento para revertir la pérdida de fuerza muscular y para incluso aumentar la fuerza, y es una de las principales formas de prevenir y tratar el deterioro muscular.
La terapia con ultrasonidos focalizados también es un tratamiento efectivo y relativamente nuevo para mejorar la fuerza muscular. Consiste en dirigir ondas sonoras de alta frecuencia a zonas específicas del cuerpo. Las ondas sonoras estimulan la contracción muscular, lo que puede ayudar a reducir la pérdida de masa muscular y por lo tanto mejorar la fuerza muscular.
La nutrición es fundamental para mejorar la fuerza muscular y es que una nutrición adecuada ayuda al cuerpo a desarrollar y conservar los músculos. Adoptar una dieta que aporte suficientes calorías, proteínas y otros nutrientes que promuevan el desarrollo muscular puede ayudar a tratar el desgaste muscular.
La fisioterapia puede incluir diversas técnicas para prevenir el desgaste y la pérdida de fuerza muscular. Los terapeutas pueden recomendar determinados ejercicios en función del estado de la persona. Además, la fisioterapia también es útil si la persona está inactiva. Los terapeutas pueden realizar ejercicios pasivos en casos de personas que no pueden moverse. Este tipo de ejercicio consiste en que el terapeuta mueva las piernas y los brazos para ejercitar los músculos.
En la mayoría casos es posible revertir el desgaste muscular siguiendo los consejos anteriormente citados, pero puede llevar algún tiempo. Es importante realizar todos los tratamientos a la vez y no focalizarse solamente en uno ya que la combinación de todos ellos va a maximizar la recuperación de la fuerza muscular y del desarrollo de nuestros músculos.